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lunes, 25 de enero de 2010

TERREMOTO EN HAITÍ

NYHQ2010-0031

UNICEF nació como un fondo de emergencias de las Naciones Unidas, y como tal tiene una experiencia de más de 60 años en atender las necesidades de los más vulnerables frenta a una catástrofe. El caos, el nivel de destrucción y las imágenes que sacuden nuestras mentes desde los medios tras el terremoto de Haití no pueden hacernos olvidar que, tras el desastre, un país necesita todos sus recursos para reponerse. Y su principal y más importante recurso son los niños y las niñas.

Haití en el Sur de Asia... Son tantos los países golpeados por la naturaleza. Sin embargo, UNICEF ha estado en todas estas catástrofes atendiendo las necesidades prioritarias de la infancia. El personal de UNICEF continúa trabajando cuando las cámaras y los equipos de televisión se van y cuando los fondos no llegan.
Aunque cada emergencia es un caso único, hay ciertas áreas de atención prioritaria que UNICEF siempre tiene en cuenta tras una catástrofe. Las cuatro prioridades de ayuda humanitaria que UNICEF considera que deberían enfatizar todos los implicados en los esfuerzos de ayuda humanitaria incluyen:
En primer lugar, la ayuda humanitaria de emergencia en todos los lugares debe enfocarse en mantener a los niños y a las niñas con vida. Esto quiere decir, agua potable, saneamiento adecuado, nutrición básica y asistencia médica rutinaria. Esto es lo básico a lo que no puede renunciar. En Haití, el cuidado de los niños y las niñas que sobrevivieron al terremoto, vivos y sanos, debe ser nuestra prioridad.
En segundo lugar, atención para niños y niñas separados de sus familias. A través de toda la región, debemos encontrar a los niños y las niñas que han perdido a sus familias, identificarlos y reunirlos con otros familiares y sus comunidades. UNICEF toma parte activa en los esfuerzos para registrar y atender a los niños y niñas que permaneces solos debido a la catástrofe.

En tercer lugar nuestros esfuerzos en todos los lugares deben asegurar que los niños y las niñas son protegidos frente a la explotación. En un caos como este, cuando las familias se separan, cuando se pierden las fuentes de ingresos, cuando la dignidad y la esperanza escasean, los niños y las niñas son más vulnerables a abusos. Nuestros esfuerzos de emergencia deben ser concebidos y realizados de manera que se reduzcan estas vulnerabilidades y ayuda a restaurar la confianza de los niños y las niñas en el mundo.
• Finalmente, debemos ayudar a los niños y las niñas a afrontar sus traumas llevándoles de nuevo a la escuela lo más rápido posible. No hay ninguna señal tan clara de esperanza como reconstruir y volver a abrir las escuelas. Un ambiente de aprendizaje da a los niños y las niñas un punto positivo en el que centrarse y permite a los adultos a su alrededor trabajar en la reconstrucción con una mayor confianza.

Suministros y protección para los niños y niñas no acompañados en Haití

Marie Yolene, de 9 años, habla con una voluntaria haitiana en un hospital de campaña. UNICEF está trabajando con otras organizaciones para que los niños separados de sus padres reciban toda la protección y el apoyo que necesitan hasta que encuentren a sus familias © UNICEF/NYHQ2010-0052/.NYHQ2010-0025

Los suministros llegan todos los días por tierra y por aire, y la distribución de agua potable, alimentos, botiquines de higiene y otros suministros de socorro ha mejorado enormemente. Sin embargo, todos los días presentan un nuevo desafío.
Cientos, si no miles, de personas están escapando de Puerto Príncipe, con sus pertenencias atadas en un fardo o apiladas en maletas que llevan sobre sus cabezas mientras tratan de huir al campo. Sin embargo, todavía hay miles de personas hacinadas en los campamentos que se establecieron espontáneamente en torno a la capital en plazas y en escuelas, e incluso en un campo de golf.
UNICEF y sus aliados consiguieron superar la escasez de combustible para enviar 140 camiones cisterna con el fin de distribuir diariamente agua a unas 140.000 personas. Se entregaron asimismo suministros a un orfelinato donde viven 40 niños y niñas y se espera que lleguen pronto otros 50.
También tratan de evaluar la situación de los niños y niñas separados y no acompañados. Es una tarea que lleva mucho tiempo pero cada día que pasa el panorama se hace más claro, y UNICEF está adoptando medidas para ofrecer una solución.
Alrededor de 900 de estos niños y niñas, que se encuentran solos en medio de esta emergencia, serán enviados a centros provisionales establecidos por UNICEF para alojarlos, alimentarlos y atenderlos.
La adopción ilegal era un tema de preocupación antes del terremoto. En medio del caos que siguió a la catástrofe se ha convertido en un problema para las autoridades de Haití, que temen que la salida de niños y niñas del país sin que se sigan los procedimientos legales adecuados.
Aunque la adopción puede ser una opción viable para muchos niños y niñas que han perdido a sus progenitores, es razonable pensar que mucha gente todavía está buscando a sus hijos o que los niños y niñas están buscando a sus parientes. Para evitar la salida ilegal de muchos niños y niñas, UNICEF ha asignado a dos empleados especializados la tarea de controlar la documentación en el aeropuerto.