La vinculación entre arte y religión es una de las más antiguas y más productivas dentro de las manifestaciones culturales de la humanidad. El origen de los distintos pueblos y civilizaciones esta ligada estrechamente a esta relación entre arte y religión. La orientación hacia lo divino marca las primeras construcciones arquitectónicas de las nacientes civilizaciones, así como también los objetos, las ceremonias y la organización social. Pensemos en las pirámides de Egipto en áfrica y las pirámides mayas y aztecas en mesoamérica, por nombrar algunas entre las más conocidas y más espectaculares.
La decoración de los templos y lugares sagrados, así como la representación del cuerpo de los dioses contribuyó notablemente al desarrollo de las técnicas artísticas. La escultura griega, los mosaicos árabes, las gredas latinoamericanas, los vitrales y la pintura europeas, los monumentos chinos, entre otras artes de vocación religiosa han marcado definitivamente el camino que la experiencia artística ha seguido durante siglos.
viernes, 9 de abril de 2010
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